En la primavera del 2006 nace la primera versión de clusterbeat y como toda banda nueva reservábamos la sala de ensayo a nombre del encargado de llamar por teléfono y asegurar la reserva, es lo más típico en los inicios de una formación. En esos primeros ensayos se podían experimentar momentos de mucha adrenalina y una explosión de ideas creativas, aunque sin dirección alguna.
Justamente en esta primera etapa empezamos a ver la necesidad de ir ordenando algunas cuestiones tanto artísticas como personales, ya que cuando uno está fuera del profesionalismo es muy común padecer la informalidad de los músicos.
En nuestro caso el desafío más importante que tuvimos fue encontrar los roles de cada integrante, una tarea que no es sencilla y a la vez es muy desgastante. Fue un proceso que se extendió hasta el siguiente año y en el camino sufrimos las vacaciones de verano, algo que puede convertirse en un letargo para cualquier banda nueva.
En el invierno del 2007 surgió la posibilidad de grabar nuestro primer demo, un hecho artístico muy importante para cualquier músico y así lo encaramos, con todas las ganas y la pasión por el arte de combinar los horarios? En esos días empezamos a experimentar un proceso de grabación y todo lo que ello implica. Como resultado nos dió la posibilidad de compartir nuestro arte con el resto del mundo publicando el material registrado en MySpace.
Sin lugar a dudas, este primer paso editorial generó un gran envión anímico y nos permitió soñar con futuras producciones audiovisuales, campañas de difusión, recitales multitudinarios, etc. Nada de eso vino después. En esos días nos encontramos por primera vez ante la disyuntiva que comenzó todo esto: Banda o Proyecto?
Lamentablemente uno no tiene el "Manual del Rock" en el bolsillo, y va aprendiendo a medida que vive la experiencia de transitar por un camino. Recuerdo que estábamos buscando un bajista para la banda, y nos cansábamos de leer avisos de músicos convocando gente para sumarse a un "Proyecto Serio". Entendimos que esa seriedad estaba más ligada al profesionalismo del músico y que la propuesta implicaba seriedad para trabajar, pero no encontrábamos un concepto artístico que vaya más allá del estilo.
Comenzamos con extensas charlas con la intención de interpretar cuál debía ser la propuesta artística de la banda, cuál era nuestra postura frente a muchos temas de la realidad, cual era nuestro compromiso con la sociedad pero sobre todo, aprendimos a ser artistas.
Entendimos que ser artistas implicaba un significado distinto al que teníamos incorporado. El artista tiene un don que le permite expresar mediante el arte sentimientos, emociones, conceptos, ideas, cultura, conocimiento y que además en muchísimas oportunidades representa lo que vive mucha gente.
Descubrimos que somos intérpretes y comunicadores sociales.
A partir de ese momento nunca más pudimos ver a la banda de la misma manera. El hecho de comunicar un mensaje hacia la sociedad implica una gran responsabilidad, y esto decantó en madurar un criterio respecto a las letras de las canciones así como tener cuidado con el contenido del mensaje que se transmite.
Si uno como artista representa la conciencia de otros, también puede influir en las decisiones de las personas. Ahora bien, frente a este escenario ya no podemos pensar en una banda, sino que la banda es una expresión artística de la conciencia de mucha gente. No sólo eso, cuántas novelas de ficción se escribieron antes de que sucedan los acontecimientos? El artista cuenta con esa percepción que lo hace distinto, auténtico, y cuando uno toma conciencia de esta realidad la única alternativa posible es la de ser responsable.
Una vez que entendimos estos conceptos, volvimos con fuerza para consolidar la banda del proyecto y durante el 2008 fuimos logrando un estilo y empezamos con las presentaciones en vivo. Los integrantes no son sólo músicos, son artistas comprometidos y responsables, identificados con la música y el contenido de clusterbeat.
Durante el 2009 se sigue escribiendo la historia.
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